BIOGRAFÍA DE MIGUEL HERNÁNDEZ
(palabras del texto Biográfico : 756 )
El 30 de Octubre de 1.910, nace en Orihuela (Alicante) el segundo hijo varón de una familia dedicada a la cría de ganado. Desde muy temprana edad aprende el oficio de pastor de su hermano Vicente, simultaneando el pastoreo de cabras con los estudios en la escuela. Los jesuitas del colegio de Santo Domingo de Orihuela, donde ha estudiado Bachillerato, le proponen para una beca con la que poder continuar estudiando, pero su padre le necesita para ayudar a mantener a su familia en grave crisis económica, por lo que, a la edad de 15 años, tiene que abandonar sus estudios para dedicarse exclusivamente al pastoreo.
Sin embargo, Miguel no desiste de su interés por la lectura y el estudio y, mientras cuida el rebaño, no deja de leer con avidez libros de Derecho y Literatura, que le presta el canónigo Luis Almarcha. En esta época empieza a escribir sus primeros poemas, que son publicados por la prensa local y provincial. Su principal fuente de inspiración es el entorno en el que vive: la huerta, su patio, la montaña, las cabras, el pastoreo, el río…. Miguel aprovecha cualquier ocasión para escribir. Incluso tiene que esconderse de su padre, a quien le molesta esa afición poética de su hijo.
Con otros jóvenes de Orihuela organiza un grupo literario, que se reúne, al acabar su jornada de trabajo, en la tahona de su amigo Carlos Fenoll. Entre estos jóvenes se encuentra José Marín Gutiérrez, que posteriormente adoptará el seudónimo de “Ramon Sijé” y, a cuya temprana muerte, dedicará Miguel su célebre “Elegía”
A partir de este momento, los libros serán su principal fuente de educación, convirtiéndose en una persona totalmente autodidacta. Los grandes autores del Siglo de Oro: Miguel de Cervantes, Lope de Vega, Pedro Calderón de la Barca, Garcilaso de la Vega y, sobre todo, Luis de Góngora, se convertirán en sus principales maestros.
Se traslada a Madrid, donde trabaja de redactor de la Enciclopedia “Los toros”; colabora con asiduidad en la “Revista de Occidente” y hace amistad con Vicente Aleixandre y Pablo Neruda. Su poesía adquiere un contenido cada vez más social, en defensa de los más pobres y manifiesta a las claras un compromiso político con las ideas republicanas.
Al estallar la Guerra Civil en España, Miguel Hernández se incorpora al Ejército Popular de la República, participando en distintos frentes de batalla, como soldado y como poeta. En plena guerra, logra escapar brevemente a Orihuela para casarse el 9 de marzo de 1937 con Josefina Manresa. A los pocos días tiene que marchar de nuevo al frente de Jaén, viajando poco más tarde a la Unión Soviética como Comisario de Cultura del gobierno de la República Española.
Ya de regreso a España, en diciembre de 1.937, nace su primer hijo, Manuel Ramón, que morirá a los diez meses y a quien está dedicado, entre otros, el poema “Hijo de la luz y de la sombra”. En enero de 1939 nace el segundo, Manuel Miguel, a quien dedicó las famosas “Nanas de la cebolla”.
Concluida la guerra, tras varias vicisitudes, Miguel vuelve a Orihuela, donde es delatado y detenido. Se le traslada a Madrid, donde es juzgado y condenado a muerte en marzo de 1940. Gracias a la intercesión de algunos intelectuales y religiosos, amigos suyos, entre ellos Luis Almarcha Hernández, (el canónigo que le dejaba libros de su biblioteca), se le conmuta la pena de muerte por la de 30 años de cárcel.
De cárcel en cárcel, es trasladado en 1941 al Reformatorio de Adultos de Alicante, donde comparte celda con Buero Vallejo. Allí enferma, primero de bronquitis y luego de tifus, que se le complica con tuberculosis. Fallece en la enfermería de la prisión alicantina a las 5:32 de la mañana del 28 de marzo de 1942, con tan sólo 31 años de edad. Sus restos mortales reposan en el cementerio Nuestra señora del Remedio en Alicante, junto a los de su mujer Josefina Manresa y su hijo.
Miguel Hernández nos dejó libros de poesía: “Perito en lunas” (1933) , “El rayo que no cesa” (1936), “Viento del pueblo” (1937). También escribió obras de teatro: “Quién te ha visto y quién te ve y sombra de lo que eras” (1934) “El labrador de más aire” (1937) “Teatro en la guerra” (1937)
Al cumplirse el centenario del nacimiento de Miguel Hernández, la Fundación que lleva su nombre, junto con el Ayuntamiento de Orihuela y la Genralitat valenciana, organizan actos en todo el mundo, tales como recitales poéticos, conferencias, exposiciones y concursos literarios, para conmemorar dicho acontecimiento.
DOS POEMAS DE MIGUEL HERNÁNDEZ
NANAS DE LA CEBOLLA
Cuando Josefina envía a la cárcel de Torrijos de Madrid una foto de su hijo con siete meses y le dice que tiene que alimentarse de pan y cebolla hervida, Miguel le contesta:
"No pasa un momento sin que lo mire y me ría, por muy serio que me encuentre, viendo esa risa tan hermosa que le sale delante de los cortinones y encima del catafalco ese en que está sentado. Esa risa suya es mi mejor compañía aquí y cuanto más la miro más encuentro que se parece a la tuya. Y los ojos, y las cejas y la cara entera. Este hijo nuestro, por quien no debes perder el ánimo y la confianza en esta vida, es más tuyo que mío..."
"Estos días me los he pasado cavilando sobre tu situación, cada día más difícil. El olor de la cebolla que comes me llega hasta aquí, y mi niño se sentirá indignado de mamar y sacar zumo de cebolla en vez de leche. Para que lo consueles, te mando esas coplillas que le he hecho, ya que aquí no hay para mí otro quehacer que escribiros a vosotros o desesperarme"
La cebolla es escarcha
cerrada y pobre.
Escarcha de tus días
y de mis noches.
Hambre y cebolla,
hielo negro y escarcha
grande y redonda.
En la cuna del hambre
mi niño estaba.
Con sangre de cebolla
se amamantaba.
Pero tu sangre,
escarchada de azúcar,
cebolla y hambre.
.
Una mujer morena
resuelta en luna
se derrama hilo a hilo
sobre la cuna.
Ríete, niño,
que te traigo la luna
cuando es preciso.
Alondra de mi casa,
ríete mucho.
Es tu risa en tus ojos
la luz del mundo.
Ríete tanto
que mi alma al oírte
bata el espacio.
Tu risa me hace libre,
me pone alas.
Soledades me quita,
cárcel me arranca.
Boca que vuela,
corazón que en tus labios
relampaguea.
Es tu risa la espada
más victoriosa,
vencedor de las flores
y las alondras
Rival del sol.
Porvenir de mis huesos
y de mi amor.
La carne aleteante,
súbito el párpado,
el vivir como nunca
coloreado.
¡Cuánto jilguero
se remonta, aletea,
desde tu cuerpo!
Desperté de ser niño:
nunca despiertes.
Triste llevo la boca:
ríete siempre.
Siempre en la cuna,
defendiendo la risa
pluma por pluma.
Ser de vuelo tan alto,
tan extendido,
que tu carne es el cielo
recién nacido.
¡Si yo pudiera
remontarme al origen
de tu carrera!
Al octavo mes ríes
con cinco azahares.
Con cinco diminutas
ferocidades.
Con cinco dientes
como cinco jazmines
adolescentes.
Frontera de los besos
serán mañana,
cuando en la dentadura
sientas un arma.
Sientas un fuego
correr dientes abajo
buscando el centro.
Vuela niño en la doble
luna del pecho:
él, triste de cebolla,
tú, satisfecho.
No te derrumbes.
No sepas lo que pasa
ni lo que ocurre.
EL NIÑO YUNTERO
Con este poema, Miguel evoca en cada niño trabajador su propia tragedia de adolescente cabrero que arrea su ganado, saludando a los compañeros que realizan los estudios que él ha tenido que abandonar:
"Han pasado mis ojos por los pueblos de España: ¿qué han visto? Junto a los hombres tristes y gastados de trabajar y mal comer, los niños yunteros, mineros, herreros, albañiles, ferozmente contagiados por el gesto de sus padres: los niños con cara de ancianos y ojos de desgracia."
Carne de yugo, ha nacido
más humillado que bello,
con el cuello perseguido
por el yugo para el cuello.
Nace, como la herramienta,
a los golpes destinado,
de una tierra descontenta
y un insatisfecho arado.
Entre estiércol puro y vivo
de vacas, trae a la vida
un alma color de olivo,
vieja ya y encallecida.
Empieza a sentir, y siente
la vida como una guerra,
y a dar fatigosamente
en los huesos de la tierra.
Contar sus años no sabe,
y ya sabe que el sudor
es una corona grave
de sal para el labrador.
Trabaja y, mientras trabaja,
masculinamente serio,
se unge de lluvia y se alhaja
de carne de cementerio.
A fuerza de golpes, fuerte,
y a fuerza de sol, bruñido,
con una ambición de muerte
despedaza un pan reñido.
Cada nuevo día es
más raíz, menos criatura,
que escucha bajo sus pies
la voz de la sepultura.
Y como raíz se hunde
en la tierra lentamente,
para que la tierra inunde
de paz y panes su frente.
Me duele este niño hambriento
como una grandiosa espina,
y su vivir ceniciento
revuelve mi alma de encina.
Le veo arar los rastrojos,
y devorar un mendrugo,
y declarar con los ojos
que por qué es carne de yugo.
Me da su arado en el pecho,
y su vida en la garganta,
y sufro viendo el barbecho
tan grande bajo su planta.
¿Quién salvará a este chiquillo
menor que un grano de avena?
¿De dónde saldrá el martillo,
verdugo de esta cadena?
Que salga del corazón
de los hombres jornaleros,
que antes de ser hombres son
y han sido niños yunteros.
(viento del pueblo)
ACTIVIDADES DE COMPRENSIÓN LECTORA
A) PREGUNTAS
- Copia en tu cuaderno y responde las siguientes preguntas:
1) ¿Qué estudios completó Miguel Hernández?
2) ¿Por qué tuvo que abandonar sus estudios?
3) ¿Qué significa que fue un autodidacta? ¿Cómo lo consiguió?
4) ¿Es más fácil ser autodidacta en la actualidad o en la época de Miguel Hernández? ¿Por qué?
5) ¿Qué tipo de obras literarias escribió Miguel Hernández?
6) ¿Qué diferencia hay entre los poemas del joven pastor y los del soldado poeta?
7) ¿Qué motivo dio pie a que escribiera las “nanas de la cebolla”?
8) ¿Qué crees que significan los versos: “ Una mujer morena….. se derrama hilo a hilo sobre la cuna”?
9) ¿Qué aspectos de la vida de Miguel Hernández evoca el poema “El niño yuntero”?
10) ¿En qué tiempo verbal está escrita la biografía? ¿Por qué crees que se usa este tiempo?
B) VOCABULARIO
- Copia en tu cuaderno las siguientes frases, pero sustituyendo las palabras subrayadas por sinónimos:
-No es bueno simultanear las tareas escolares con la Televisión.
-Miguel no desistió de su interés por la lectura.
-Muchos escritores firman con un seudónimo.
-Es bueno leer con asiduidad.
-El ladrón fue delatado por los vecinos a la policía.
-En el salón de actos se celebró un recital de poesía.
-Los niños trabajadores evocaron a Miguel Hernández un famoso poema.
C) RESUMEN
- Resume en tu cuaderno, como subtítulos, las fases principales de la biografía de Miguel Hernández.
D) INVESTIGA UN POCO
¿Qué fue del niño de las nanas de la cebolla? ¿Qué familia de Miguel Hernández vive actualmente?
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